28 ENDUREANDO EN EL HIMALAYA

Por Joan Carles (Cuco) - viernes, agosto 29, 2014 - 2 comentarios

Como podéis imaginar no tiene nada que ver la dinámica que pueden llevar 6 amigos que pasan unos días en la India con mi espartano horario y rutina durante el ultra-viaje, pero precisamente esta es la clase de desintoxicación que necesito ahora y levantarme sin prisa ninguna, la charleta del desayuno y empezar la jornada sin agobios ha sido reconstituyente cuanto menos.

De nuevo con la amiga Olga (desde hace muchísimos años en realidad) en la parte trasera de la moto, la jornada ha sido prácticamente como haber salido a hacer enduro un domingo cualquiera, pero ellos con las indias Royal Enfield y yo con la megavaca con una tara (con los dos encima y el equipaje) en orden de marcha supongo que sobre los 450 kgs... poca broma. Desde luego dice mucho de esta Superteneré 1200 el haber coronado los puertos de montaña de los Alpes a plena potencia como una racing, haberse chupado sin cansancio varias jornadas seguidas de más de 1.000 km como una touring y ahora estar sorteando agujeros, guijarros sueltos, barro, arena y pasos de agua algunos realmente complicados en puertos de 4.500 metros como una enduro. Esto para mi sí que es ser una campeona y demostrar ser una verdadera Maxi-Trail y no sólo porque alguien desde un despacho haya decidido ponerlo así en un catálogo...

Nos hemos acercado a visitar el Monasterio de Ki Gompa que corona este mogote de la manera tan plástica como puede verse en la foto.

Puerta de entrada al Monasterio.

Por allí andaban los alumnos del Monasterio, alguno de los cuales podría ser el futuro Lama...

(foto Olga)

La vista desde el Monasterio es espectacular.

La "panda del rata"...

Dentro los monjes recitaban sus oraciones.

En definitiva, que me he sentido plenamente como uno más de la tribu durante todo el día y entre paisajes impresionantes y paradas para arreglar desajustes y roturas de las motos indias (sobretodo los portaequipajes) me lo he pasado en grande. Yo creo que las fotos hoy hablan por si solas y las vais a disfrutar.

Sergi.

Nuc.

Frankie y Jaime.

¡Guau!

(foto Olga)

Me compro unas banderitas igual que las Royal...

(foto Olga)

El Kunzum Pass, de 4.578 metros, que es una altura ya realmente notable para una moto, pero esta Superteneré 1200 puede con todo...

El "equipo". (foto Olga)

(preciosa foto de Olga)

Con una pista especialmente porculera para llegar hemos finalizado la jornada fundidos de cansancio (al menos yo ) en Chandra Tal, un campamento semi-improvisado a más de 4.000 metros en una zona protegida (800 rupias dormir, cena y desayuno) donde cuando además de la clara falta de oxígeno que nos provoca las molestias típicas del mal de altura (dolor de cabeza, lentitud y cansancio ante cualquier esfuerzo por pequeño que sea) cuando el sol se ha puesto se le ha añadido un frío notabe que hacía preveer una noche "entretenida" en la pequeña tienda de campaña que compartiremos tres como sardinas en lata...
Como siempre la reacción lógica es ponerte encima todo lo que tienes en la maleta (a recordar que estoy sin chaqueta desde que me la robaron...), así que he salido a enfrentarme con la noche relleno de capas de camisetas como el muñeco de Michelín.

El hotel de esta noche a 4.000 m.

Allí la nueva moto de Olga ya la estaba esperando (foto Olga).

A medida que la fresca apretaba nos hemos refugiado en la tienda-cocina bajo unas mantas y de charleta con los lugareños del staff de tan improvisado (y cutre) campamento. Igualmente la cena (otra vez el inevitable arroz con lentejas....) la hemos tomado todos apretujados bajo las mantas y según avanzaba la noche y eran consumidos determinados productos espiritosos de importación del grupo (que algún propietario de 400 cabras recordará por un tiempo) y otros alucinógenos propios de la zona por parte del equipo local (pero que inhalábamos todos inevitablemente dentro de la tienda...) la verdad es que las carcajadas han sido constantes y la situación entrañablemente curiosa, igual que si estuviéramos en el Campamento Base del Everest y mañana tocara enfrentarse con la montaña.