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Al final con tantas capas y en la tienda de los tres machos frío yo no he pasado casi nada, pero lo cierto es que tampoco he pegado ojo en toda la noche. 

Ha costado levantarse y con un dolor de cabeza apreciable cargar la moto para la jornada de hoy, la última con mis amigos ya que en un desvío ellos tiran hacia el Norte y yo debo recuperar mi ruta hacia el Sur e intentar estar el lunes en Delhi por si el nuevo neumático aparece el día prometido por DHL (que no creo yo después de la experiencia de Islamabad...).  

Olga ya tiene su nueva moto y todo el equipo está igual de mullido que yo pero preparado para enfrentarse con las dificultades que la ruta hoy promete, con varios pasos de río complicadetes.




Como no quería dejar pasar la ocasión de vivir también la romántica "Experiencia Royal Enfield en la India" durante un buen rato hemos intercambiado las motos con Sergi (que es un megacrack le des lo que le des) y yo me he imbuido totalmente en el espíritu Enfield que a tanta gente de todo el mundo seduce para venir hasta el Himalaya indio a descubrir este país tan variopinto.



















Como ya esperábamos además de no ver ni un metro de asfalto en toda la mañana en algunos de los pasos de agua hemos tenido que trabajar en equipo para pasar las motos, hasta el punto que en uno de ellos un coche demasiado atrevido allí se ha quedado atrapado taponando la ruta supongo que durante varias horas.






Ya empezando la tarde hemos llegado al desvío donde nuestros caminos se separaban y lo hemos celebrado con un picnic a base de jamón serrano, fuet y queso que el grupo lleva consigo de estraperlo y que ha hecho que prácticamente se me saltaran las lágrimas tras casi un mes comiendo poco y mal.


Esto es un Bar de diseño con terracita Chill Out en lo que vendría siendo el Himalaya... jajaja.





Tras el ágape opíparo nos hemos despedido con una intensa emoción. GRACIAS POR TODO CHICOS, de verdad, por integrarme, por cuidarme, por alimentarme y por la terapia de grupo que realmente necesitaba. Si esta aventura mía llega hasta el final sabed que en parte será gracias a vosotros. Que tengáis buena ruta y disfrutéis de la experiencia como lo estáis haciendo hasta el final.

Por lo que a mi respecta vuelvo a empezar mi rutina en solitario y subo un puerto de montaña en un estado igual de lamentable, pero ya al otro lado en el larguísimo descenso cada vez hay menos tierra y barro y más asfalto y a medida que voy avanzando la carretera vuelve a ser tal cosa (aunque en esta parte de la India es para no creerse los agujeros, baches y demaś cabronadas que hay constantemente en ellas...).

¡Asfaltoooooooooooooooo!




Una lengua de glaciar.


Entretenido el puerto de montaña...



No había todavía anochecido para nada que he llegado hasta Manali, el centro neurálgico de toda esta zona dedicada a los deportes de aventura y me he refugiado en un hotel más que correcto incluso con Wifi (Hotel Continental) por 1.000 rupias (12 euros) después de regatear un poco. En las zonas como esta en las que hay mucha sobreoferta de hoteles regatear siempre funciona, ya que saben que si no lo rebajan ellos lo hará el hotel de al lado y lo tienes fácil. 




Tras la ducha me desplomo en la cama y me conecto con el mundo exterior sin probemas. Unos kilómetros más al sur y mañana para mi el salvaje Himalaya indio ya será sólo un bello recuerdo, pero de momento puedo ver sus montañas majestuosas grabadas en mi retina con sólo cerrar los ojos...



Kms hoy: 156 km
Acumulados: 14.850 km.
Media: 512 km.
Hemos pasado por 17 países

2 comentarios:

  1. Los cuidados y el cariño han sido mútuos.
    Gracias, Cuco, por acompañarnos estos dos días y así poder ser una pequeña parte de tu aventura :)

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